Nuevo proyecto
EL PROYECTO DE FUTURO
En agosto de 2022, el presidente Josep Lluís Marcó y el vicepresidente económico Ferran Soriano presentaron en asamblea de socios algunas líneas preliminares de cómo podría ser el CTLL del futuro, sobre la base de tres escenarios futuros posibles.
Se dejó bien claro que con las reformas emprendidas, la supervivencia del Club no está en juego, aunque no vendrá sola. Cuando le preguntamos a Ferran Porta cuál era el hito más importante en la historia del CTLL, lo tuvo claro: «quizás lo más importante para mí es la capacidad que ha tenido el Club de perdurar en el tiempo. A pesar de los momentos malos, que siempre están, estamos aquí y pronto celebraremos el 50 aniversario». El primer escenario sigue este mismo principio, es decir, el CTLL podría seguir existiendo más o menos como está; habrá que afinar la gestión, conseguir nuevos socios y nuevas fuentes de ingresos, e ir mejorando instalaciones y servicios poco a poco, de forma orgánica; pero el Club todavía será el que es ahora, por muchos años.
Pero hay escenarios más ambiciosos, que proponen que el Club dé un relevante salto cualitativo para convertirse en un referente multi-deportivo en L’Empordà, fomentando deportes diversos y una vida social más activa; un punto de encuentro, de deporte y de relaciones, también de trabajo si es necesario, y con unos equipamientos a la altura de los nuevos tiempos y ajustados a las nuevas necesidades. Estos escenarios tienen un poco más de riesgo económico: hacen falta inversiones importantes para ampliar el edificio, mejorar los equipamientos y modernizar los servicios al socio. Es por ello que la Junta y TEDESA tienen un grupo de trabajo para evaluar posibles modelos de financiación o ampliaciones de capital que permitan captar más socios (y, por tanto, dinero), sin poner en riesgo el patrimonio y las acciones de los socios actuales. En el escenario más ambicioso, con equipamientos de gimnasio y spa, el Club necesitaría llegar a los 1400 socios (actualmente tiene 800 y pico) para hacer frente a la inversión y los gastos, una cifra parecida a su máximo histórico de hace unos años.
El proyecto de este posible club del futuro» se basa en un proyecto inicial del arquitecto Josep Maria Miró quien, entre otras cosas, ha hecho la emodelación y el centro de convenciones en el Castillo de Cap Roig para la Fundación La Caixa. De entre diferentes opciones de ampliación, presentadas a la asamblea de socios, la opción escogida por el 95% de los asistentes fue la que amplía el edificio abrazando la piscina por el lado norte, donde ahora está el parking. Esta ampliación, poco invasiva, mantendría las líneas actuales del Club, a ampliandolo por detrás para acoger un spa con tratamientos, una zona de aguas y un gimnasio con cabida para equipamientos de última generación, y salas de actividades dirigidas –fitness, yoga, pilates, spinning… –. Como dice Josep Lluís Marcó: «La Junta actual se imagina el Club del futuro con los principios fundacionales intactos: un club de amigos amantes del deporte, que disfruten juntos de un entorno privilegiado, que estimen el territorio –vengan de donde vengan– y que se comprometan a hacer un lugar de encuentro y felicidad colectiva. Para ello, pensamos que el Club se tiene que actualizar y, por eso se ha puesto hilo a la aguja para empezar a construir, entre todos, el club que nuestros hijos y nietos disfrutarán igual que lo disfrutamos nosotros». En la asamblea que se celebró en agosto, se dejó claro que sea cual sea la decisión, ésta se tendrá que tomar por los mismos socios del CTLL y por la Junta General de Accionistas de TEDESA, que son los órganos soberanos. La Junta sólo propone, el socio decide.